
Guadalajara Romántica / Colonia Americana
HIDALGO 1346
Esquina José Clemente Orozco
Arquitecto: ?
Cliente: Francisco de Paula Fernández del Valle
Año de edificación: circa 1910
Dos cuadras al oriente de Av. Chapultepec, sobre la siempre congestionada Av. Hidalgo, se encuentra una de las mansiones porfirianas más grandes y mejor conservadas de la ciudad, fuera de Av. Vallarta (véase también la casa en Francia 1359, Col. Moderna). Se trata de la casa de don Francisco de Paula Fernández del Valle, y lo que desde los 1960’s es una agencia funeraria que ocupa un la cabecera poniente de un tercio de manzana, entre la ya mencionada Hidalgo al sur, Justo Sierra al norte, José Clemente Orozco al poniente, y General Coronado al oriente.
Uno de los aspectos que primero llaman la atención sobre esta casa, además de sus proporciones, es que aún se conserva el predio original completo. En el terreno de la casa, de aprox. 2,800 m2, actualemente figura un estacionamiento para el negocio en la parte trasera (lo que ahora es el frente a Justo Sierra), que seguramente con anterioridad era utilizado -como era costumbre en aquellas épocas de principios del s. XX- como huerto o caballerizas (luego cochera), las cuales fueron demolidas.
La arquitectura de la casa es de estilo afrancesado, como era la moda en la Guadalajara del porfiriato, sobre todo por la influencia que tuvo Don Porfirio Díaz en las clases acomodadas de la ciudad durante su presidencia; don Porfirio admiraba Francia y sobre todo París, y los monumentos y calzadas de la época llevan ese sello hasta hoy. La planta de la casa es simétrica; La fachada principal presenta un porche con una columnata de cantera de estilo corintio. La casa completa se levanta sobre un basamento o entrepiso de alrededor de 1 metro. Por su lado poniente, una gran cochera presenta el ingreso familiar, diseñado para los carruajes que después de «descargar» a los invitados o la familia eran llevados directamente a la parte posterior a ser limpiados. Las ventanas y puertas presentan diseño de arcos y molduras que nos recuerdan el estilo art noveau, así como el diseño de escaleras y herrería, de magnífica hechura. Finalmente, balaustradas rodean el pretil superior de la casa.
La ubicación y proporciones de la casa impresionan cuando se camina junto a ella. Es una de esas construcciones que automáticamente te transportan a una época de la ciudad en la que muchos quiséramos haber vividi, donde el lujo y la cultura de la alta sociedad tapatía se encontraban baññadas por la influencia de las artes europeas y por lo tanto, la arquitectura y el arte de la ciudad buscaba dichas corrientes. El nivel de conservación de la casa es regular. Hay muchas balaustradas rotas o que simplemente no están; las molduras y enjarres en algunos casas están dañados y la casa, en el interior, ha sufrido modificaciones que aunque no son graves, deberían ser reparadas y vueltas a su estado original. Pero en general, es un milagro que esta construcción se conserve en su integridad, tanto en facahada, distribución y proporciones de terreno. Un trinufo para Guadalajara, sin duda.
Hasta hace poco no conocia esta casa, pero desde que la vi mientras caminaba hacia mi trabajo, no ha dejado de llamarme la atención, como si me llamara. Me gustaria poder verla en su interior algún día.