Ficha: Plaza de la República

Plaza de la Republica 1

Guadalajara Moderna / Colonia Lafayette

PLAZA DE LA REPÚBLICA

Camellón de Av. México, entre Av. Chapultepec y Alfredo R. Plascencia

Arquitecto: Julio de la Peña
Cliente: Gobierno de Jalisco
Año de construcción: 1967

El año de 1967 marcaba el centenario en México de la restauración de la República, luego del Segundo Imperio de Maximiliano de Habsburgo. Por ello, el entonces gobernador de Jalisco, Francisco Medina Ascencio, encargó al arquitecto Julio de la Peña la edificación de una plaza conmemorativa a la ocasión. Estaría ubicada en lo que era un camellón abandonado en la confluencia de las calles San Felipe y Juan Manuel, parte de lo que luego se conocería como Avenida México.

De la Peña, limitado por el presupuesto moderado con el que contaba*, diseñó una plaza en forma triangular, que dividió jerárquicamente en tres secciones; comienza con la parte más angosta, que da «inicio» a la plaza, y que es una explanada larga flanqueada por 32 estelas de cantera amarilla, 16 por lado y que representan las entidades federativas de México; le sigue la parte principal, medular, donde se yergue una estatua de figura femenina representado a la república; finalmente remata en la confluencia con lo que es hoy Av. Chapultepec, con un jardín «para verlo na más», de diseño mediocre, pero con grandes y bellas jacarandas. La escultura de «La República», de 6 metros de altura, es de autoría del escultor jalisciense Juan José Méndez, creador también de las figuras de los Niños Héroes en la glorieta del mismo nombre, y de Cristóbal Colón, también en la otrora glorieta, hoy paso a desnivel del mismo nombre. Detrás de la misma aparece un obelisco que tiene como función brindar un fondo digno con importancia y jerarquía a la escultura de Méndez, que con tan sólo 6 metros, luciría ínfima por la longitud que tiene la plaza.

El diseño de De la Peña acierta en brindarle un carácter sobrio a esta sección de la Avenida México. Sirve además como escenario los domingos del bazar de antigüedades conocido como el «Trocadero», función que se asemeja a la que la otra gran plaza diseñada por el mismo arquitecto, la «Plaza Juárez», tiene los sábados con el denominado «Tianguis Cultural».Las grandes explanadas típicas de De la Peña, con remates visuales escultóricos semejantes, cumplen entonces con la función semanal de centros de reunión masiva, mientras que el resto del tiempo carecen de vida, por la frialdad y masividad de sus proporciones.

Como en casi todos los casos de monumentos públicos en la ciudad, el mantenimiento de la plaza es malo; letras de bronce perdidas, canteras rotas y bolardos despintados. Aún así, la plaza elegante se defiende, sobrevive y dignifica -el menos trata-, haciendo frente a puestos de tacos, restaurantes de comida china, bares de alitas y chelas y un enorme Bodega Aurrerá de color verde chiclamino que consume visualmente el entorno.

*Ordoño, Venancio, Julio de la Peña, p. 70

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