Renovación del camellón de la Av. Pablo Neruda
Col. Providencia
Entre Av.Américas y Av. Acueducto
Año de Edificación: 2011
Una de las muchas renovaciones urbanas que se hicieron a consecuencia de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 en la ciudad, fue esta renovación del camellón de la Av. Pablo Neruda, una de las calles más importantes de la colonia Providencia. Esta, que fue mas un renacimiento que una renovación, fue una de las pocas intervenciones 100% peatonales, mientras que la gran mayoría fueron remozamientos de calles y avenidas con concreto hidráulico, señalizaciones para automóviles, etc.
El tramo en cuestión se extiende por una longitud de aproximadamente 2.25 kms de oriente a poniente. Remata del lado oriente con una pequeña plazoleta cuya figura central es un busto del poeta chileno que da nombre a la avenida (este monumento ya tiene varios años). Del lado poniente, una fuente circular, esta sí construída poco antes de, e inaugurada durante los juegos, marca el fin de la intervención donde comienza la colonia Colinas de San Javier. A lo largo del recorrido, encontramos pérgolas de concreto y acero con bancas, conjuntos de máquinas para ejercicio cardiovascular, y 11 esculturas alegóricas a los Juegos, obra del escultor tapatío Diego Martínez Negrete, que engalanan el camellón en sus interrupciones más importantes.
Aunque a mi gusto el resultado estético específico de las obras escultóricas, el diseño de las pérgolas o la selección de plantas y arbolado, pudieron ser mejores, la intervención ha resultado como una cirugía más que estética. Hay más gente paseando a sus mascotas, hay más deportistas corriendo por sus andadores, y los aparatos de ejercicio están casi totalmente ocupados entre las 18:00 y las 20:00 horas. La avenida se ha convertido en el centro de la colonia Providencia, que por su amplitud y su arbolado siempre debió haber sido la más bella de todas. Los restaurantes, tiendas y cafés, que antes se situaban allí por el tráfico vehicular, ahora también lo hacen ya por su vida peatonal y su ambiente moderno y cuidado.
El proyecto completo, con todo y fuente pagada en parte por los colonos de Colinas de San Javier, fue de 23 mdp. Es decir, un costo de poco más de 1 millón por km. A mi, me parece un gasto perfectamente justificable de acuerdo a los beneficios que se obtuvieron con dicha intervención. Me atrevo a decir que una obra como esta, puede subir el valor de cualquier propiedad ubicada en esa calle entre un 2 y un 5%. Eso es brindar valor real a una zona a un costo bajísimo (imaginemos dividir esos 23 millones entre unos hipotéticos 20,000 habitantes de la colonia, lo que nos da un promedio de $1,150 pesos por habitante). Ahora lo que le falta al ayuntamiento es aplicar este mismo esquema en muchos otros camellones semi-abandonados que encontramos en la ciudad, especialmente en el oriente.