Guadalajara Romántica / Colonia Americana

HIDALGO 1158 – CASA DEL GRAL. CLEMENTE VILLASEÑOR

Esquina Nicolás Romero

Arquitecto: Arnulfo Villaseñor Carrillo
Propietario Original: Gral. Clemente Villaseñor
Año de construcción: Aprox. 1900

Una de las grandes casas construidas a principios del Siglo XX sobre Avenida Hidalgo, la Casa del General Clemente Villaseñor es también una de las numerosas mansiones construidas por el arquitecto Arnulfo Villaseñor, uno de los más prolíficos arquitectos tapatíos del Porfiriato.

La casa fue construida por el arquitecto para su tío, el General de División Clemente Villaseñor. Nacido en 1845 en Guadalajara, a sus 16 años entró al ejército, donde de 1861 a 1867 tuvo varios enfrentamientos armados y participó en su condición, primero de alférez desde 1861, luego de Teniente a partir de 1866, y finalmente de Capitán de Caballería en 1867.* Combatió a los franceses en varias ocasiones, obteniendo por ello algunas condecoraciones. Para 1893, ya era Coronel y le fue escrito un perfil biográfico ese año.** En 1884 fue nombrado Coronel de Infantería, en 1900 General de Brigada y en 1912 General de División.*** Su carrera lo coloca sin lugar a dudas como uno de los militares más destacados que dió Jalisco durante el siglo XIX y principios del XX.

La casa que su sobrino Arnulfo construyó para el General ocupaba originalmente toda la manzana que comprende las calles de Hidalgo, Justo Sierra, Nicolás Romero y Ghilardi. La construcción principal, como hoy la apreciamos, se cargaba hacia la esquina suroriente, en la esquina de la Avenida Hidalgo y la calle de Nicolás Romero, al borde de ésta última y con una arquería en la fachada principal sobre Hidalgo. Este curioso planteamiento se debe posiblemente a que, al ser una de las primeras residencias de la zona, era prácticamente una casa de campo sin tráfico de gente o vecinos cercanos. Frente a la casa circulaba el tranvía que, algunos años más tarde, llegaría hasta la Escuela de Artes del Estado (hoy demolida) y en su lugar se encuentra Avenida Chapultepec, cinco cuadras al poniente.

La fachada de la casa estaba forrada en cantera gris, de moda en esa época, en un estilo neoclásico. Como lo mencioné, el zaguán con una arcada de cinco arcos es la característica principal de la finca, elevada un metro sobre el patio. El resto de las ventanas de la fachada son de proporciones clásicas con pedimentos en arco. El estilo neoclásico es rematado por una gran corniza de cantera con dentellón.

A la muerte del General Villaseñor, la casa fue heredada por sus hijas Ignacia y Arcelia, quienes según Ramiro Villaseñor, fueron «muy poulares en esta ciudad (Guadalajara) y en México por su elegancia…». Fueron muy posiblemente ellas quienes en la década de los 1920’s decidieron comenzar a dividir la propiedad en múltiples fracciones, quedándose la casa finalmente con un pequeño fragmento que es la esquina que sobrevive hasta hoy.

Podemos especular sobre el proceso en el que la casa sufrió las innumerables modificaciones a lo largo de sus más de 100 años, la última fue quizá la pérdida de una buena de la construcción principal y la totalidad de sus jardines a principios de los años 1980’s. La casa hasta esa época seguía ocupando todo el frente hacia la calle de Nicolás Romero, pero hoy en la mitad de ese espacio hay dos fincas modernas y un edificio en la esquina nor-oriente, todos ellos de pésimo gusto y lastimosas proporciones.

Sabemos que para 1944, los descendientes del General ya no residían allí, pues colocaron la finca en venta. El anuncio en El Informador leía así:

«Vendo flamante finca de cantera, esquina, 63 metros de frente, grandes salones, cinco corredores, jardín, 2 patios, propia colegio, sanatorio o residencia, permuto fincas chicas. Hidalgo 1158.»

El Informador, Clasificados, 23 de febrero de 1944

Aparentemente la casa no se vendió pero si se rentó, abriendo allí un par de meses después el Sanatorio de Nuestra Señora de la Luz, especializado en otorrinolaringología, y dirigido por el Dr. Luis Martínez Jr. En mayo de 1946 la finca se puso en venta una vez más, anunciada como de «inmejorable situación, con cuatro grandes recámaras y jardín, construcción de cantera», en $53,000 pesos. En 1948, la casa se anunció en renta por $250 pesos mensuales, toda o «por piezas a familias honorables». Sabemos que para 1954, se modificó la fachada de la calle Nicolás Romero para construir una cochera, esencial para poder arrendar un inmueble comercial en la época, y que la podemos ver hoy. Todavía en 2003, la casa completa (o lo que queda de ella) estaba rentándose en tan sólo $7,000 pesos al mes.

La historia de esta casa cuenta de forma peculiar los procesos urbanos y sociales que Guadalajara vivió durante el siglo XX; el crecimiento de la urbe, los cambios en su tejido social y urbano, y la evolución de las dinámicas que imprimen su huella en sus casas, edificios y calles. Un recordatorio igualmente de cómo ha cambiado México de una sociedad militar a una comercial, con todas las consecuencias y resultados que ello trae. Pero las piedras que la componen siguen, y son testigos mudos de sus cambios.

* Album Histórico del Ejército Mexicano, 1896, p. 82-83.
**Perfil Biográfico Militar Del Coronel, Tip. de la Revista Militar Mexicana, Mexico, 1893.
***DIARIO DE LOS DEBATES DE LA CAMARA DE SENADORES DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS; Año L, Periodo I., XXVI Legislatura,Tomo I.-No. 58, 22 de Noviembre de 1912.
****(Villaseñor y Villaseñor, T. II, p. 142)