Francisco Javier Gamboa 113 y 115

Francisco Javier Gamboa 113 y 115, fachada (foto: Xavier Iturbide 2025)

Guadalajara Moderna / Colonia Lafayette

FRANCISCO JAVIER GAMBOA 113 y 115

Entre López Cotilla y La Paz

Arquitecto: No documentado (atribución probable al Ing. Miguel Aldana Mijares)
Propietario Original: ?
Año de construcción: Aprox. 19
50

Este par de casas gemelas, dispuestas en espejo, constituye uno de los pocos conjuntos habitacionales de mediados del siglo XX que aún permanecen prácticamente íntegros sobre la Avenida Francisco Javier Gamboa («ah, sobre Tepic», dirían mis papás). Su valor radica tanto en la composición funcionalista de sus fachadas como en el imponente ejemplar de parota que domina la banqueta y estructura visualmente el frente urbano.

Aunque no cuento con documentación definitiva, por su lenguaje arquitectónico y el uso característico del ladrillo delgado como elemento vertical, estas viviendas pueden atribuirse tentativamente al Ing. Miguel Aldana, muy activo en la zona durante las décadas de 1940 y 1950.

Cada finca se desplanta sobre un lote aproximado de 240 m², con un esquema espacial que responde claramente a principios funcionalistas: la cochera se ubica a nivel semienterrado y de altura contenida, mientras que la casa se eleva casi dos metros sobre la calle, ganando iluminación y privacidad. En la fachada destaca el ritmo vertical de las ventanas de la sala, divididas por esbeltos machones, y el balcón de herrería en planta alta, que aporta una nota de ligereza al volumen. El muro de ladrillo expuesto, típico en obras atribuidas a Aldana, marca la verticalidad y funciona como elemento de separación visual entre ambas propiedades.

Francisco Javier Gamboa 113, fachada (foto: Xavier Iturbide 2025)

La parota que crece en medio de las dos casas es un ejemplar en sí mismo: una de las más imponentes de la ciudad. El respeto que los propietarios de ambas fincas le han tenido —no podarla, no mutilarla, no “hacerla estorbar”— debe apreciarse. No así el de la Comisión Federal de Electricidad, que se ha encargado de podarla continuamente para que no estorbe las líneas eléctricas aéreas, lo que le ha dado una forma distinta a su copa de la que habría adquirido si se le hubiera dejado crecer de manera natural. Además, es de los pocos árboles monumentales de la zona que parecen haber sobrevivido a las modernizaciones de banquetas, ampliaciones de cocheras y demás “mejoras” que suelen acabar con estos gigantes. Aquí, afortunadamente, la arquitectura y el árbol conviven como si siempre hubieran estado destinados a verse juntos.

Francisco Javier Gamboa 113 y 115, fachada (foto: Xavier Iturbide 2025)
Francisco Javier Gamboa 113, fachada (foto: Xavier Iturbide 2025)

Deja un comentario